El 30 de enero de 1853, Pierre-François-Pascal Guerlain creó el emblemático Frasco de Abejas para la Emperatriz Eugenia, con motivo de su enlace con Napoleón III. En el marco de su 170.º aniversario, el Frasco de Abejas continúa su apasionante epopeya y las pecoreadoras vienen a posarse en la orilla de la isla de Murano, en Italia, en busca de una nueva colaboración. El artista cristalero Aristide Najean dialoga con este frasco de excepción para crear una versión realista del Bouquet de la Mariée en 10 piezas de colección únicas y numeradas.
Guerlain se adentra en la laguna de Venecia para invocar el talento de Aristide Najean. Este artista francés, escultor y moldeador de materia en fusión, ha sido aprendiz de los maestros cristaleros más reconocidos. Desde hace más de 20 años, el diseñador transforma su arena y su cuarzo en delicadas creaciones con el elemento más cristalino que existe. Aristide Najean es hoy el único artista francés de la isla con un taller de cristalería propio. A través del trabajo del material revela toda su experiencia pictórica, sus colores y su concepción de la luz y la sombra.
Estas flores eternas, germinadas a partir de un virtuoso movimiento, se convierten ahora en testigos del saber hacer más delicado y de los valores de excelencia de Guerlain. La preciosa composición, obra maestra de la artesanía veneciana, evoluciona en un sutil juego de opacidad y transparencias en línea con la dimensión escultural del trabajo del artista. Su estructura gira en torno a una hoja de cristal soplado con incrustaciones de oro de 24 quilates, de la cual brota una serie de flores blancas, símbolo de pureza y unión eterna.
Este frasco, auténtica proeza técnica, cobra vida gracias a la más pura tradición del arte del cristal de Murano, que requiere una destreza magistral. Las legendarias técnicas de fabricación se transmiten bajo el más estricto secreto de padres a hijos y de maestros a aprendices desde la Antigüedad. El cristal se funde a 1400 °C en hornos tradicionales de piedra refractaria según un proceso de transformación. Este frasco es el resultado de una coreografía compuesta por movimientos fluidos: Aristide Najean cosecha cada flor, como si de un ramo se tratara. Con la ayuda hábil de sus asistentes, el artista trabaja cada pétalo, hoja y tallo, estira el cristal y lo envuelve en láminas de oro de 24 quilates. A continuación, prepara la estructura que acogerá las flores, como estas dos hojas de acanto a las que da forma.
"ESTE PERFUME ES UNA ALQUIMIA EXTRAORDINARIA VINCULADA AL PROCESO DE TRANSFORMACIÓN DEL CRISTAL".
ARISTIDE NAJEAN
Este ramo inmortal conversa con otra oda al amor: Bouquet de la Mariée, perfume icónico de la Maison. Como una representación de lo invisible, el ramo que brota con un delicado movimiento evoca la fragancia que alberga en su interior. La composición de este extracto se manifiesta a través de una flor intensa cuya fortaleza no marchitará jamás. El ramillete de flores de naranjo, amuleto de la novia por excelencia, deslumbra envuelto en una nube de notas de almizcles, vainilla e incienso, y deliciosamente acompañado por un toque goloso de peladilla.