La Maison Guerlain ha confiado la elaboración de esta nueva creación excepcional al artista francés Charles Pétillon, conocido por sus fotografías e instalaciones monumentales de globos blancos. El maestro ha creado una obra maestra de poesía y delicadeza, reinventando el Frasco de Abejas al posarlo en un remolino de esferas aéreas de porcelana, como una nube de globos. Vestido de oro blanco para la ocasión, el célebre Frasco de Abejas esconde una fragancia floral, contrastada y adictiva, llamada Pêche Mirage. Una fragancia que evoca el melocotón y la inesperada tensión entre la suavidad aterciopelada de la fruta amarilla y la profundidad del cuero.
Charles Petillon, una de las principales figuras del arte contemporáneo, ha conseguido darse a conocer con sus grandes montajes de globos blancos inmaculados, erigidos directamente en entornos salvajes o urbanos. Sus obras efímeras pretenden revelar la belleza oculta de nuestra vida cotidiana y recordarnos la necesidad de redescubrir la magia del mundo que nos rodea. El artista, que coloca globos donde menos lo esperamos, invita al espectador a admirar un entorno que ya no está acostumbrado a ver, y de este modo hace "visible lo invisible".
La imponente estructura de globos, elaborada íntegramente en porcelana de Limoges, es el ejemplo perfecto de la extraordinaria fusión entre el savoir-faire artesanal secular y la búsqueda constante de la innovación. En el corazón de los Ateliers Arquié, fundados en 1996 y reconocidos en todo el mundo por su excelencia, la obra maestra diseñada por Charles Petillon cobra vida. Desde la creación de los moldes hasta la cocción de las piezas, cada etapa de la producción ha sido redefinida para adaptarse a este formato único, y es el resultado de una auténtica proeza artesanal.
El Frasco de Abejas flota como envuelto en una nube de globos redondos de una pureza etérea. Con motivo de esta espectacular edición, las sesenta y nueve abejas del emblemático frasco, pintadas a mano en oro blanco, se funden con un cielo algodonoso. Para ampliar la visión y revelar las partes invisibles de la obra, se refleja en una base espejada. Una delicada referencia a las fotografías de Charles Petillon, y una forma de rendir homenaje al nombre de la fragancia: Pêche Mirage.
"ESTAS INVASIONES DE GLOBOS SON METÁFORAS. SU MISIÓN ES CAMBIAR NUESTRA PERSPECTIVA SOBRE LO QUE VEMOS TODOS LOS DÍAS SIN PRESTARLE ATENCIÓN".
CHARLES PETILLON
Guerlain desvela Pêche Mirage, un nuevo poema olfativo de la colección L'Art & La Matière. Un adictivo y sensual juego de contrastes, en el que la dulzura afrutada se funde con la intensidad de las materias primas. Al principio, el melocotón revela las primeras notas de su fragancia, un vuelo jugoso y especiado transportado por un audaz dúo de azafrán y grosella negra. A continuación, la vivacidad se suaviza y toma forma por los acentos afrutados y curtidos del osmanthus. La tensión entre la fruta y el cuero continúa en una estela intensa y envolvente, el cuero se calienta al contacto con la madera de sándalo y la tintura de ámbar, y el acorde afrutado se desliza hacia la profundidad del ámbar.